Nunca me he atrevido a describirme, nunca encuentro las palabras adecuadas para definir mi carácter. Y esque soy un puto caos, la bipolaridad vive conmigo. Puedo estar super feliz, y al segundo estar llorando. Soy muy muy muy muy muy cabezota, y esque cuando llevo razón, la llevo y punto. Me gustaría no ser tan confiada, pero mis sentimientos no entienden y sienten, y pierdo los estribos. A veces se me va la pinza, o quizá un día se fué y no vuelve, quién sabe. Indiscreta, sensible, y extremadamente cariñosa. Tal vez a veces me tropiece con mi ego, pero esque derrocho perfección allá donde voy. Bastante orgullosa, y esque antes que el orgullo me trago cualquier cosa. Complaciente, simpática, extrovertida y alegre. Quizá algo pesimista, aunque me guío por corazonadas.
Normalmente me guío por el corazón y no por la cabeza. Me gusta sentirme a tres metros sobre el cielo, aunque termine a tres bajo tierra en cero coma. Mirar al cielo tumbada en la playa escuchando las olas no tiene precio, y lo hago siempre una vez al año. No me gusta ducharme los martes, y mi color favorito sin duda el amarillo. Me gusta tener un recuerdo de cada momento feliz, dar abrazos porque sí y estar sonriendo todo el rato. Volar sin necesidad de tener alas, y cantar la canción más absurda en la ducha. La ironía me acompaña lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, incluido festivos. Me pierde el regaliz rojo, y me faltan horas en el día para pensar en él. Me gusta querer y que me quieran, y nada más. Pero lo que más mola sin duda es la capacidad que tengo para ser tan especial con la cantidad de defectos que llevo encima. Poder convertir lo malo en bueno con tan sólo sonreir, y cada noche pensar con qué pasará mañana.
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